Hoy es el día de abandonar lo que sea que te hayas propuesto para el año.
¿Eh?
No lo digo yo, lo dice Strava, una aplicación para grabar entrenamientos deportivos. Al parecer, el tercer viernes de enero es el día en el que la mayoría de las personas abandonan sus objetivos del año y dejan de entrenar -según un estudio enorme sobre los hábitos de millones de personas en su app.
Claro, casi tres semanas después de haber decidido hacer algo distinto, la emoción inicial de empezar ya se fue hace rato y como no hay todavía ningún buen resultado a la vista, queremos volver a hacer todo como lo hacíamos antes.
Quitter’s Day, el día que abandonamos lo que sea que nos hayamos propuesto cumplir.
Yo, para este año, me había propuesto ir al gimnasio cuatro veces por semana. Quería sentirme y estar fuerte, pero sobre todo necesitaba activarlo porque hacer ejercicio es uno de los pilares de mi salud mental, mal que me pese.
Hoy, viernes 19 de enero, iba a ser mi cuarto día de entrenamiento de esta semana y, de vuelta a casa después de dejar a mi hija -tarde- en la escuela, venía pensando en que no era un buen día para ir al gimnasio. Estaba cansada después de una semana exigida, llovía, hacía frío, era viernes, blablabla. Entonces me puse un podcast de Mel Robbins y escuché: “El 19 de enero es ‘Quitter’s Day’, el día de abandonar”. Era HOY mismo (aunque el podcast se había publicado hacía unos días).
En ese instante me prometí a mí misma que yo no iba a ser del 80% de personas que abandonan sus objetivos del año hoy.
¿Por qué? Porque este año para mí es distinto.
2023 fue uno de los peores (y mejores) años de mi vida, y ya no estoy dispuesta a pasar otra vez por ahí. Por eso, este año me comprometí a dejar todas mis excusas afuera y a no dejar que nada me haga salirme del carril en el que voy, y en el quiero seguir yendo.
Para lograrlo, tengo que dejar de abandonar(me).
Ojo, creo que lo hice bastante bien hasta acá. Hice lo que pude, me cuidé como mejor me salió, pero estoy hablando de algo más extremo: de comprometerme conmigo a un nivel que no había experimentado antes.
Se trata de encontrar la calma en mí, sin importar lo que esté pasando afuera, o incluso importándome mucho lo que pasa afuera.
Calm on a fiery horse, o “calme sur un cheval fougueux”, fueron las instrucciones que le dio Napoleón al pintor Jacques-Louis David para que lo retratara en una pintura en 1800. Napoleón no viene al caso, pero sí esta frase: Estar tranquila sobre un caballo desbocado (o fiero, o en llamas, o lo que sea que haga que un caballo te quiera tirar).
Un poco así me siento llevando a mi mente y a mi cuerpo a veces. Me da la impresión de que no decido sobre lo que (me) pasa, y quiero que deje de ser así. No desde un lugar de control o sobrepensamiento sino al revés: de poder ponerme en la situación de ser consciente y volver al camino las veces que sea necesario.
La semana pasada escuché que meditar es “entrenar la voluntad de estar presente”. Y va un poco por ahí. Estar presente en mí, darme cuenta de cuando el caballo se me desboca y poder ponerme por encima. Ser esa que va tranquila montando arriba, aunque el caballo esté en cualquiera y me quiera tirar.
En mi caso, estar presente para mí y ayudarme a domar mi caballo se compone de muchas prácticas que van mutando a través del tiempo, porque cuando el caballo se da cuenta de que lo estoy queriendo domar, enseguida encuentra otra forma de desbocarse.
Estar presente para mí no significa no salirme nunca del camino, sino traerme de vuelta todas las veces que lo necesite, aunque sean miles.
Por eso, hoy voy a hacer algo tan simple y tan difícil como volver al gimnasio por cuarta vez esta semana, aunque llueva, aunque haga frío, aunque sea viernes y tenga infinitas cosas que resolver antes. No porque ese rato ahí me vaya a cambiar la vida, sino porque voy a cumplir mi objetivo y no (me) voy a abandonar.
Así que hoy, si estás en una parecida, aunque no tenga nada que ver con ir al gimnasio, te propongo que sea tu día de no abandonar.
Que sea el día en el que sostenés ese hábito que tanto te costó traer a tu vida. Que sea el día en el que decidís algo nuevo para vos. Que sea el día en el que puedas comprometerte con lo que elegiste y estés tranquilx arriba de tu caballo. Que hoy sea el día de NO abandonar.
Algo sobre confiar en lo que nuevo que elegiste, y domar a tu propio caballo.
El podcast de Mel Robbins sobre Quitter’s Day (está en inglés)
Ya la recomendé en otros mails. Es de esas personas que escuchás y te levantan aunque tengas un día de mierda. No hay mucha gente que lo logre así en mí en diez minutos. Gracias Mel Robbins por ser mi cheerleader del bien.
The New Happy Co
Esta cuenta de Instagram (también en inglés, ¡ups!) convierte en belleza visual muchas investigaciones sobre bienestar, autoconocimiento, confianza y felicidad. Y además tiene el poder de sintetizar en imágenes las emociones. Hermoso.
Escribir escribir escribir para domar la mente
Esto es más viejo que la escarapela, pero sigue siendo una de las cosas que menos piden y más dan: la práctica diaria de escribir. Hoy me enteré de que la nueva versión del sistema operativo del iPhone agregó la app Diario, para narrar tus momentos importantes o significativos. No sé si tiene sentido escribir lo importante. Lo que sí sé es que escribir todos los días te doma, o al menos te vacía de ruido mental para poder hacer espacio para otras cosas nuevas.
Gracias por estar del otro lado, por compartir, por alentar, por responder, por no abandonar.
Pasó otra semana y ya estamos del otro lado de enero. Este es mi newsletter número 18 y me pone contenta haber llegado hasta acá. Y te quiero preguntar:
Si respondiste, gracias, y sino también me lo podés contar por mail.
Estoy con ganas de armar un taller de Diario íntimo creativo, para tener la herramienta de crear sin presiones ni exigencias, convirtiendo nuestros días en algo bello o catártico, o simplemente en un registro que nos queda de nuestras vidas, para darnos más cuenta. Si te dan ganas de sumarte, hacémelo saber. Si hay interés, seguramente la semana que viene abro inscripciones.
Un abrazo grande y hasta pronto.
Bar
Necesitaba esto hoy, gracias por escribirlo Bárbara! :)